martes, 22 de junio de 2010



En un intento furioso de cerrarle la boca, le dio un beso. Beso que cambio lo que ahora es su historia, y beso que cambio su pasado para siempre.
Lo deseaban…pero fue muy raro, se quedaron mirando como si no existiese nada ni nadie mas y volvieron a besarse…eran muy felices estando los dos solos, y no necesitaban a nadie mas…su compañía, sentir tan cerca el aliento del otro, poder tocar su pelo…pequeños gestos insignificante que los hacían inmensamente felices. Así se fue para casa, con una sonrisa de boba inigualable. No tenía otro pensamiento más que su cara, sus gestos, sus caricias, sus abrazos. Le hacia sentirse protegida, mimada, querida…como nunca nadie lo había hecho antes, y tan solo con mirarse sentía que tenia fuerza para cambiar el mundo, para que solo existieran ellos dos y poder disfrutar de lo que estaban sintiendo y compartiendo.
Y solo deseaba que llegase el fin de semana…y verle aunque fuera de pasada dos segundos…y se vieron. Cuando se iban acercando pensaba que se le salía el corazón, pero no fue así. Se sonrieron tímidamente como si no se conocieran de nada y siguieron sus vidas, deseando cada minuto volver a estar juntos como aquella primera vez.

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