No me considero más que nadie. Ni más ni menos, ni superior ni inferior. No soy distinta, ni rara. Pero tampoco soy completamente igual. Quizás tengo aspiraciones distintas. No me gusta dormir, me parece una pérdida de tiempo. Soy la peor estudiante que puedes echarte a la cara, y quizá por ello una hija que deja mucho que desear. Me pasaría la vida escribiendo, y luego tirándolo todo a la basura. Pero prefiero leer, dejar por una hora el mundo de siempre para irte donde quieras. Para imaginar tu vida sin la perspectiva de estarlo haciendo todo mal y culpando sólo al último protagonista de tu libro de noche. Nunca he aprendido a tocar ningún instrumento, aunque lo intenté...pienso que la gente que lo hace no necesita ni siquiera hablar para transmitir sensaciones. Y eso lo envidio.