viernes, 17 de septiembre de 2010

No me daba miedo la soledad. Quería irme, sin pensar en nada ni en nadie. Pero hace tiempo que ha cambiado mi forma de pensar. Echo muchísimo de menos. No sólo a las personas. Echo de menos los olores y las vista que hay desde mi balcón. Te echo de menos a ti, con todo lo que eso conlleva. Me queda otra semana más, pensando por las noches lo bien que estaría contigo a mi lado. Quiero abrazar a mi padre, aunque sé que su orgullo se lo impedirá cuando me vea llegar a la estación.Me he traído a Isidora, y me ata un poco más a Plasencia. Alegra la habitación cuando la saco para que ande por el suelo carcomido. Quiero que al asomarme por la ventana pueda volver a ver las casas de las personas que más quiero en el mundo. Pero las cosas están así y, aunque me esté costando más de lo esperado, me quedan como mínimo dos años de respirar profundo y aguantarme las ganas.


1 comentario: