No tenía fuerzas, solo quería estar a su lado. Pero no puede dejar que se convierta en su obsesión, lo único que conseguirá era estropearlo todo. ¿Cuántas personas han pasado por lo mismo?, ¿cuántas veces veía las despedidas en las estaciones de tren y lloraba sin saber por qué?. Pero también veía los reencuentros, y lloraba de igual forma. Sin los momentos amargos no se saborean tanto los momentos dulces. Le echaba de menos, y no dudaba que él también lo hacía. No dudaba ni un segundo de los sentimientos que tenían los dos, y que por ellos lucharían y seguirían adelante. Pero hay momentos donde las fuerzas flaquean y solo quieres desaparecer. Desaparecer a su lado.
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