sábado, 30 de abril de 2011
Vengo de pasar un rato con ellos, el mejor del día. Aunque sea media hora y yo no entienda nada de fútbol, podría pasarme días debatiendo con él...dejando que me cuente lo que piensa y a veces sin ni siquiera hablar. Y me gusta sentarme en el sofá con ella y que me agarre las manos, ver su sabiduria entre los anillos. Las arrugas que la envuelven la hacen ser feliz. Pero hace tiempo que tiene una sonrisa amarga en la cara y que cuando viene a casa se derrumba y llora sin ningún tipo de límite. La admiro, por tener que fingir las venticuatro horas del día...por tener cuidado de que no se borre su sonrisa bajo ningún concepto. Me hace darme cuenta a veces de lo fuertes que pueden llegar a ser las personas si se lo proponen. Él siempre ha sido mi debilidad y tengo mis días y mis noches...porque me doy cuenta de lo que le echaré de menos cuando me falte. Llevo escuchando decir a mi padre más de un año que no podemos permitir que se nos pare la vida, pero a veces incluso me pregunto cómo la gente puede vivir como si nada...con lo mal que estamos nosotros. Él no ha vuelto a ser el mismo, como ninguno de nosotros y no creo que podamos volver a serlo. Simplemente se aprende a vivir con las cosas, pero la mayoría no se superan.
martes, 26 de abril de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
Tengo una sensación extraña en el estómago. Y no voy a hablar en tercera persona ni contar historias de esas que no le pasan a nadie. Hablo de mi. De que te echo de menos y que me puede la impotencia de no saber qué estás haciendo. No me gusta depender de nadie, aunque ir constantemente a mi rollo también me está dando problemas. Y me gustaría que estuvieras aquí, para contarte como me siento...para pasar las horas muertas hablandote de mi vida en un banco mientras tú, solamente me miras. Y esa mirada entre otras muchas cosas es la que me hace quererte, y puede que nadie lo entienda...pero ya no quiero tener que darle explicaciones a nadie.

Y si tengo que buscar un motivo por el que no me guste el verano...los bombones de la nevera saben mucho peor. Hay cosas que simplemente, no hay que enfriar.
Y si tengo que buscar un motivo por el que no me guste el verano...los bombones de la nevera saben mucho peor. Hay cosas que simplemente, no hay que enfriar.
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