Me dediqué a retocar/borrar fotos anoche, hasta altas horas de la mañana. Gracias a eso no era capaz de dormirme. Una foto guarda miles de recuerdos, solo captan un instante...pero hay muchísima vida detrás. Antes me encantaba salir en ellas, y aunque me sigue encantando, ahora prefiero estar detrás. LLegar a casa, verlas mil veces y saber que si siguen ahí siempre recordaré ese momento. De gente que está lejos, de sonrisas que ya no volverán a brillar como lo hacían antes. Captan instantes, y al segundo siguiente ya somos menos niños. Espero que mi regalo anticipado de reyes me acompañe a muchísimos sitios.


Ha vuelto a despertarme a las diez y media el reloj que me compré hace tiempo. He dedicido recuperar las viejas costumbres y ponerme a leer nada más levantarme. Siempre me ha gustado, y me he levantado de buen humor.
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