viernes, 4 de marzo de 2011

Hablamos del miedo, escribimos sobre lo que nos hace pensar. Pero vivimos de recuerdos, y ellos mismos son lo que atemorizan nuestras noches y hacen que sintamos un nudo en la garganta cuando reconoces esa sensación en el estómago. Si conoces a alguien y decides reservarte, por lo que pueda pasar...por lo que puedas sentir, si decides no ser tú. Si escuchas esa canción que sabes que te hace llorar porque piensas en él. Si miras mil veces las fotografías que tienes guardadas en ese sobre amarillo dentro del último cajón. Si se humedecen tus ojos nada más darte la vuelta después de verle, porque sabes que nunca más seréis lo que fuisteis en su momento. Si los recuerdos se borrasen a los tres segundos no deberíamos tener nada que nos preocupara, pero tú vas a seguir escuchando siempre su canción para poder llorar a solas...¿quién puede vivir sin ellos?


No hay comentarios:

Publicar un comentario